RC.- Bianca, como quieres recordar tu infancia en Argentina…
De muy pequeñita…Mi abuelo enseñándome a nadar para sobrevivir cualquier tormenta, pescar en el río las mojarritas y la espuma blanca del Atlántico, mi padre sentando a mi hermano y a mí en su regazo, contándonos historias con música que improvisaba en total oscuridad (preferíamos eso a cualquier película de cine o de televisión), o desplegando un mapamundi gigante en el piso del salón, inspirándonos con sus relatos a querer conocer el mundo…mi madre cantando en la ópera, cambiando de personajes…una temporada yo era la hija de Juana de Arco y otra temporada era la hija de Madama Butterfly, mis valientes maestras revolucionarias de la escuela primaria que nos enseñaban el librepensamiento…la fascinación con la que vi la Luna por primera vez con un telescopio, los perros y los otros animales con los que vivíamos en casa, los corderitos, las gallinas, la tortuga “Portulaca”…mi piano y la sopa de mi tía.
RC.-¿Cuándo surgió tu interés por incentivar a la gente a investigar e interesarse por la ciencia, tomando el Arte como recurso?…
No podría definir un momento exacto, más bien fue y está siendo aún un proceso. Cuando yo tenía unos 22 años, me dedicaba a componer, cantar y hacer performances sobre temas que me llamaban la atención. Era una artista muy solitaria. Me fue inspirada una historia cuando vivía en la isla de Tinharé en el norte de Brasil. En esa época en la isla no existían ni los coches ni las carreteras, los burros eran el único medio de transporte. Un sábado por la noche yo estaba improvisando blues con una banda de San Salvador que había venido a la isla. Se me acercó un señor mayor y le conté esta historia de ciencia, arte y ficción que tenía en la cabeza mostrándole mis dibujos: Era Wesley Rangel, el productor musical más importante de Brasil y me llevó a grabar a su estudio WR, esa historia se convirtió en un espectáculo de ciencia ficción.
Años más tarde me fui a vivir a Canadá y me puse a estudiar la audición de los felinos para componer un disco de música para gatos domésticos. Yendo a la Universidad de Toronto para consultar a los investigadores, terminé ofreciéndome como cobaya en experimentos de percepción sensorial. Pagaban bien y eso me ayudaba a mantener mi alquiler mientras investigaba a los gatitos y componía. Allí comencé a conocer a la comunidad científica. Sentí que los científicos tenían algo en común con los artistas (la inspiración) y luego comencé a trabajar con ellos en equipo como lo sigo haciendo hasta ahora.
Unir la ciencia con el arte, para que esa inspiración nos llegue a todos potenciada, y nos ayude a resolver nuestros problemas cotidianos.
RC.-¿Qué se requiere para ser una artista multimedia con tanto éxito….como tú?…
No creo que haya fórmulas para lo que llaman “el éxito”, porque cada persona es única, trae sus talentos para compartir y tiene su propio camino. Lo que sí hay en mi experiencia de vida es una fuerza que de alguna manera me empuja a seguir adelante a pesar de todo. Es instintiva, es mi animal humano. Tengo todos los miedos, angustias, preocupaciones, traumas y problemas que Usted se pueda imaginar, pero los llevo conmigo (aunque a veces su compañía resulte tan desagradable) son mis compañeros de viaje. El amor que recibo de mi familia, mis amigos y mis colegas, y el amor que le tengo al arte y a la ciencia, son las bases para que mis errores, fracasos, iniciativas y metidas de pata (aunque valientes) se conviertan en lo que la gente puede percibir como éxito.
RC.-Tu libro: “ENTRA EN LA MENTE DEL PLANETA TIERRA”, cómo nació y que nos ofrece…
Cuando lo empecé a escribir no había una intención, solo existía esa fuerza de la que le hablé antes, que me llevaba a documentarme y a trabajar en él día tras día y la inspiración. Más tarde y con la confianza de los editores, fue cuando se convirtió en una herramienta útil para los demás. El libro tomó vida propia y por lo que me comentan en las redes sociales y las cartas que recibo, a cada lector le ofrece algo distinto. El libro relata las perspectivas, paradigmas y cosmovisiones que el ser humano ha tenido y tiene hoy para entender al planeta Tierra. Es un texto de divulgación científica que habla sobre el campo de información no local al que llamamos Noosfera. Se cuela la historia de una niña que va relatando con sus andares en los mares y en la selva, los distintos niveles de consciencia y de percepción humanas.
RC.-¿Cómo logras potenciar a utilizar los talentos que dices, que todos tenemos y lo ignoramos?…
No existen personas sin talento. Todos venimos al mundo con poderes que solo cobran sentido cuando se comparten. Pero la expresión de esos talentos lamentablemente pasa por un colador al que llamo “educastración” y muchas veces esos talentos quedan bloqueados, sin poder alcanzar su cauce y su fluido. Existen maravillosas técnicas de la ciencia y el arte que nos ayudan a hacernos conscientes que los tenemos y ponerlos a disposición para resolver nuestros problemas cotidianos o complejos. Estas técnicas son ejercicios, distintas prácticas de juegos con el cuerpo y entrenamiento de la percepción que comparto en los talleres y laboratorios que realizamos con el Proyecto Uniendo la Ciencia con el Arte.
RC.-Bianca, que importante que dirijas el proyecto: “UNIENDO LA CIENCIA CON EL ARTE”, en el que participan científicos y artistas de todo el mundo…
Es una experiencia maravillosa. El humano es un animal gregario y cuando nos unimos para trabajar juntos se produce algo así como lo que los creyentes llaman “milagros”.
RC.-¿Cuánto tiempo lleva tu espacio de arte y ciencia en la radio?
Ya llevo tres años en la Cadena Ser, con un equipo técnico y de conducción maravilloso. También intervengo ocasionalmente en otras emisoras de España y de otros países.
RC.- Me encantó tu estudio sobre la catarsis colectiva…
Me alegro muchísimo y me honra que algo de lo que hago le aporte a Usted un momento de bienestar. La catarsis es un proceso necesario para el equilibrio de nuestra especie. No podríamos seguir existiendo si no expresáramos nuestras emociones.
RC.-Bianca, que le ha traído ser considerada como pionera del Arte experimental y la perfomance en su país natal?
Fui una de las primeras en utilizar equipos multimedia para hacer experimentos en tiempo real con el público. Yo era muy jovencita y arriesgada, hasta algo inconsciente. Me gustaba la tecnología. De hecho me caí de una estructura de 2 mts. y medio de altura haciendo un espectáculo de ciencia. Me fracturé el talón y el astrágalo pero seguí actuando con las máquinas hasta terminar el show. La gente aplaudía pensando que yo había hecho una acrobacia, pero no pude volver a caminar por seis meses. Hoy uso menos máquinas y más el cuerpo, que si no se oxida…
RC.- ¿Cuándo volverá a México?…
A sus gentes mexicanas las llevo en mi corazón. Admiro el respeto y la importancia que le dan en ese país al arte, a la cultura. Hay un proyecto de viaje para un congreso el año próximo, pero aún no me han confirmado las fechas. Para mí es un honor compartir lo que hago con esas personas tan cálidas y abiertas a la expresión, iré encantada cada vez que me convoquen.
RC.- ¿Qué pregunta me faltó?…
Usted Ramón, ¿Cómo se siente ahora mismo?
RC.- ¿Quién es Bianca Atwell?
Pues, como todo ser vivo en este planeta, soy un organismo cambiante que se renueva a cada día, por lo que si me lo permite en este hueco en la entrevista, ejercería mi derecho momentáneamente a no auto-catalogar mi nombre en ninguna clasificación social. Hoy mismo aquí estoy, viajando en esta aventura hermosa y sorprendente que es la vida y me siento agradecida por la oportunidad que me da Usted para que los demás conozcan mi trabajo. Muchísimas gracias Ramón.
